Cuando la prima Karen , me invitó a la celebración de su pequeño Joaquín, el pasado 30 de diciembre, me sentí comprometida, con ella; por lo que significa la memoria de mi recientemente finado tío Teo; su padre, que nos dejó en el mes de noviembre. Pues no era una fiesta de cumpleaños, común, había una serie de sentimientos, por un lado la alegría de haberme reencontrado con la familia después de mucho... mucho tiempo; y por otro, lado el que uno nunca está preparado para la partida de alguien querido de la noche a la mañana como él se fué. Entonces pensaba en algo que obsequiar,no afecta a la vorágine consumista de "la navidad cocacola", y fiel a mi estilo, decidí regalarle algo hecho por mi, en un principio quería prepararlo , pero todo me llevaba a lo mismo, un pandoro, rosca de reyes o algo así, finalmente decidí obsequiarle una canasta de frutas, y al no encontrar una a mi gusto, gracias a la opinión de mi pareja, opté por una bandeja. El resultado, el que yo esperaba, a mi prima le encantó, le tomó fotos y yo felíz, porque era un obsequio de cariño y deseo de un año mejor y como se aprecia en la foto fácil de hacer ; se necesita fruta, la que gusten en este caso como se trata de un pequeño, escogí la granadilla y la lima, que intercalé en la bandeja acrílica, en los bordes, dejando un hueco al centro que rellené con aguaymanto y finalmente para decorar, y dar color, algunas cerezas, y monedas en forma de chocolate, y algunas bolitas de chocolate; un poco de papel celofán un moño y voilá, espero que los inspire a hacer sus propios arreglos.